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El modelo competitivo contra el modelo formativo

Hola a todos. Comenzamos este nuevo canal: El fútbol base es fútbol formativo. La idea de crear este canal surge cuando año tras año, entre junio y septiembre, me veo discutiendo con entrenadores de fútbol base que se quejan de la fuga de jugadores a equipos de mayor nivel competitivo.

Capítulo 1: El modelo competitivo contra el modelo formativo en el fútbol base

Vídeo de nuestro canal de Youtube El fútbol base es fútbol formativo

Hace ya algunos años que intento explicar que si tu equipo no tiene tanto nombre o no es capaz de ofrecer ese nivel de competitividad, tu guerra está perdida. Nuestra mejor opción es cambiar ese modelo de promesas por un modelo real, moderno, enfocado a crear Hiniestas y no un Real Madrid o un Barcelona de niños. Estoy hablando del modelo formativo.

Este primer capítulo lo dedicaremos a analizar las diferencias entre dos modelos de fútbol: el fútbol de competición y el fútbol formativo.

Estoy seguro que muchos de los comentarios que van a aparecer en este canal se van a responder con un enlace a este vídeo. Muchos de los que hoy en día se dedican a entrenar comenzaron jugando al fútbol hace 30 años. Por aquel entonces Plutón era un planeta y los padres no pagaban cuota alguna. Ese fútbol que muchos añoran hoy en día ha desaparecido. Plutón ha dejado de ser un planeta y el dinero que mueve el fútbol base alcanza cifras descomunales.

Lo primero que vamos a hacer es entender la estructura empresarial del fútbol profesional para compararla con el fútbol base para demostrar que no son las mismas, aunque muchos se lo crean.
En el fútbol profesional la gran cabeza visible es la Federación, de la que dependen las federaciones regionales. A las federaciones se adscriben los clubes, que contratan a los entrenadores y que son, al mismo tiempo, los directores de orquesta de los jugadores, que son los trabajadores más valiosos del club. Por supuesto en este esquema faltarían muchos comités que representarían por ejemplo a los árbitros, pero ahora nos estamos centrando en el modelo empresarial.

¿Quienes son los clientes de este entramado? Pues principalmente, los aficionados. Son los que generan los ingresos por socios, taquillas, televisión y aquellos que atraen a los patrocinadores. Para que el modelo de negocio aumente, basta con tener más aficionados y éstos se consiguen principalmente, ganando competiciones.

Esta misma estructura es la que se intenta aplicar al fútbol base, un modelo de negocio que puede mover tranquilamente más de treinta millones de euros al mes, sólo en concepto de cuotas. Pero hay dos grandes inconvenientes. Por un lado, los jugadores no son trabajadores del club. En España, es ilegal. No forman parte de la estructura empresarial. Son los receptores de un servicio que ofrece el club. Por el otro, los ingresos los generan casi exclusivamente los padres, que son en realidad los clientes. Así, como suena. Si aquí se lavasen coches, los coches no son los clientes, ni son nuestros coches. Son los receptores de un servicio que paga el cliente.

LLegados a este punto, ya habrá algún entrenador escribiendo un mensaje “Los padres mientras más lejos mejor”.
Si yo llevo el coche a lavar y no puedo decirle al trabajador que un retrovisor está algo flojo y que tenga cuidado, si cuando yo retire el coche, el retrovisor se ha descolgado, me voy a irritar. Un poquito.
Aclarado este punto, vamos con los modelos de fútbol base, el competitivo y el formativo. Estos modelos se pueden aplicar clubes, entrenadores y padres. Las federaciones sólo aplican el competitivo, pero dejemos por ahora a un lado a estos fariseos y vamos a lo que nos interesa.

Equipo vs jugador 

El fúbol competitivo está basado en ganar. De hecho competir podría definirse como utilizar tus mejores armas para superar al rival. El equipo está por encima de todo. Dicho de otra forma, que van a jugar los niños con los que el entrenador piensa que va a ganar el partido. Los que no forman parte de ese plan maestro, pues “otra vez será chavales”. El fútbol formativo busca la progresión y formación de todos y cada uno de los jugadores. El concepto de equipo define a todos los jugadores como importantes, sin exclusiones. Por lo tanto, jugarán todos los que hayan cumplido

Lo que necesita el equipo vs lo que necesita el jugador 

En competición los equipos se preparan para ganar el siguiente partido mejorando los aspectos que nos ayuden a ganar. En Formación se sigue un temario prefijado que vaya aumentando las capacidades de los jugadores. Este temario no se limita a un equipo, sino que debe resolver todos los conceptos técnicos y tácticos de un jugador a lo largo de su formación. El partido sólo es la puesta en práctica de lo aprendido.

Resultados Vs Evaluaciones 

El nivel de satisfacción del grupo se mide por su clasificación a final de temporada. El nivel de evolución es subjetivo, basado en la apreciación de entrenador y padres que pocas veces suelen coincidir. No tenemos más datos para evaluar salvo las posiciones de años anteriores o las estadísticas de los partidos. En fútbol formativo se evalúa la progresión del jugador. Se realiza una primera evaluación a principio de temporada y se van repitiendo de forma trimestral, añadiendo los conceptos aprendidos por los jugadores. El nivel de evolución es objetivo, pudiendo además comparar esta evolución con otros jugadores de años anteriores incluso y mejorando la metodología, o forma de transmitir los conocimientos, o detectando errores basándonos en estas evaluaciones.

Especializacion Vs Diversificación 

Si la mejor posición que puede ocupar un jugador para el equipo es la central, será central, aunque tenga 7 años. Probablemente seguirá siendo central durante su época de aprendizaje. En esa posición, ¿cuántas paredes, desdoblamientos o creaciones de espacio va a realizar? Después llegará su etapa de crecimiento y todas sus cualidades físicas cambiarán. A lo mejor no es lo bastante alto para un central o lo suficientemente rápido para un lateral, pero no ha jugado a otra cosa en su vida. En formación, hay que jugar de todo. Incluso un puesto tan específico como el portero, puede alternar su posición para desarrollar más el juego con los pies.Lo importante es que sean cuales sean tus características futuras, sepas desarrollar tu técnica individual y colectiva en cualquier lugar del campo.

Mejores jugadores Vs Jugadores del mismo nivel 

En competición, los entrenadores buscan los mejores jugadores. Mientras más mejor. Si pueden pescar en su propio club u otros clubes, pues pescan. Si eso implica cortar la progresión de futuros buenos jugadores, es lo de menos, porque lo importante es ganar. En formación se busca que los superdotados vayan a clases de superdotados, y los menos avanzados, a grupos de similares características donde puedan progresar. El escenario perfecto es aquel en el que todos los jugadores tienen un nivel similar pues los entrenamientos que se preparen harán posible un mejor aprovechamiento, sin jugadores que se aburran por exceso o falta de cualidades.

Expectativas Vs Objetivos reales 

El fútbol está lleno de expectativas. Lo podemos ver al principio de cada temporada, cuando empiezan los fichajes, antes de cada partido. Es fútbol. Pero si hablamos de fútbol base, ese espacio que queda entre el final de una temporada y el inicio de la temporada siguiente se convierte en una especie de mercado infantil dónde los clubes y equipos captan a las nuevas promesas. No entraré a valorar si esto es bueno o malo, porque no creo que sea ni una cosa u otra. Considero más importante los motivos por los que llegan los jugadores a los clubes. En el fútbol de competición, la idea está muy clara. “Vamos a ser campeones. A tu hijo lo verán los ojeadores de los mejores clubes que nos esperan en la final. Sólo si estás con los mejores podrás progresar en el fútbol. ” El más convincente se lleva la cuota del padre. Pero empieza la temporada y esas expectativas se van viendo comprometidas en cada partido. Ganas, empatas y a veces pierdes. Pero claro, cuando el resultado va en contra, los padres ven peligrar esa inversión. Su hijo probablemente ya no sea campeón y no lo fiche ni el Barcelona ni el Madrid. Os voy a contar un secreto. Aunque fuese campeón, probablemente tampoco lo ficharían. Empezamos a protestar al árbitro las decisiones en las que se equivoca, pero sólo las que no nos favorecen. Los padres del otro equipo se empiezan a calentar y reclaman cualquier decisión que no les favorezca. Aquí gana el que más presiona y alguno termina acordándose de los ancestros de un padre del equipo rival. Ya la hemos liado. “Es que los padres son unos salvajes. “ Bueno, a lo mejor esa idea de ser campeón cueste lo que cueste, no ha ayudado mucho. Son los clientes y se sienten estafados porque de lo que le han prometido a la cruda realidad, hay mucha diferencia. Cambio de equipo, seguramente con desplazamiento en los entrenos más complicados, gasto en equipaciones nuevas, desconvocatorias y un gesto de “Yo sé que he pagado pero todavía no tengo claro porqué y encima el sofocón no me lo quita nadie”.

Justamente esto es lo que evita el fútbol formativo. Los padres van al campo a ver que han aprendido esta semana sus hijos y si ganamos, mira que bien. Si perdemos pues alguien tenía que hacerlo. Han tenido hijos para ser felices, no futbolistas y los objetivos no los van a valorar por cuarenta o sesenta minutos, sino por la progresión anual de su hijo.
Si nos hemos decidido por el fútbol formativo, ese que promete formación y valores, pues tenemos un problema. No es fácil de encontrar ni club, ni equipo, ni plaza. Principalmente porque este modelo de enseñanza no es el que practica una mayoría de clubes, sino el modelo competitivo. Es lógico teniendo en cuenta que las federaciones en ningún momento se han planteado otra cosa que no sea la competición. Por si alguien lo pone en duda, podemos pasarnos por la página web de las federaciones, y solo hablan de fútbol formativo en dos ocasiones. La primera es para patrocinar su escuela de turno. La segunda para informar de los cursos para padres folloneros a las que suelen ir padres no folloneros. Estoy seguro que en estas charlas se hablan de los valores éticos y de la formación que tiene que ofrecer el fútbol. Otra cosa es la realidad de las federaciones, clubes y entrenadores.

 ¿Cuál es la solución? 

Yo voy a proponer una. Que las federaciones hagan sus competiciones, las de siempre. Que incluyan en las actas un apartado para comportamiento de los padres de ambos equipos. Un 3 si el comportamiento es ejemplar, un 1 si hay protestas y un 0 si hay insultos. Si hay además violencia, pues -3. Al final del campeonato, se suman las clasificaciones. Antes de dar a conocer el vencedor, se pueden celebrar las olimpiadas del fútbol. Las hay de matemáticas, no veo el problema en hacerlas en cualquier deporte. Se evalúan por categorías los conceptos que un temario oficial imponga, con cuestiones como por ejemplo, el desdoblamiento. Fulanito, Menganito y Sotanito, Qué es, Cómo se hace, Dónde se hace y Cuándo se hace, con demostración práctica. Se suma a la clasificación total y ahora sí tenemos campeón de fútbol formativo. Solucionas el problema de los padres y también el de la formación. Ya no basta con que seas fuerte y bueno, ahora además tienes que demostrar que sabes a lo que estas jugando. Es tan sólo una idea pero estoy seguro que con la cantidad de profesionales que trabajan para las federaciones pueden hacer algo mucho mejor de lo que hay ahora mismo. Ya sé que ésto no es fútbol, pero tampoco dije nunca que lo fuese. Este canal habla de fútbol formativo.

Comentarios

  1. Bravo, 100 % 100 de acuerdo.
    llevo bastante tiempo en trasmitir la misma idea que tu , en mi grupo de padres y en el Club donde juega mi Hijo, pero cada vez lo veo mas difícil, solo están de acuerdo conmigo cuando es una cuestión que le toca en particular en un momento dado a su hijo.
    El que un día apoya mi postura al siguiente me la reprocha. A final por lo 5 años que llevo en este mundo, solo importa el resultado y que sus hijos lo jueguen todo, no entienden que si hay otros niños que se esfuerzan en los entrenamientos y aprenden en cada uno de ellos , no merecen los mismos minutos de juego , porque según ellos son menos fuertes y menos técnicos que sus hijos.
    y el Club poco ayuda pues solo le importa que sus equipos suban de división.

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